(Extracto del libro La Adoración En Comunidad de Matt Merker).
O5 enero 2024.
Los seres humanos fueron creados para adorar y los cristianos fueron redimidos con este mismo propósito.
Adoramos a Dios porque Él nos creó para adorarlo (Isaías 43:7). La adoración está en el centro de nuestra existencia, en el corazón de nuestra razón de ser. Dios nos creó para ser Su imagen, una imagen que refleje su gloria.
Por consiguiente; ¿que es la adoración? Es dar al Señor la gloria debida a su Nombre (Salmos 29:1-2).
Entonces, ¿que debemos procurar hacer en la adoración en comunidad? Nuestro objetivo cuando la congregación se reúne en el día del Señor es disfrutar y glorificar a Dios, de acuerdo con su Palabra escrita (Efesios 1:6).
La adoración en comunidad o adoración corporativa es un encuentro con Dios.
Dios nos ha hecho Su familia y la adoración corporativa es una reunión familiar con Dios. La congregación de cristianos, esta familia, este cuerpo, está comunidad, es el lugar donde Dios está especialmente presente en este mundo.
Esto hace que la adoración en esta comunidad sea extremadamente importante.
Cuando nos reunimos para adorar, Dios es la audiencia y nosotros somos mendigos, rebeldes y enemigos, hechos herederos, amigos e hijos de Dios a través del amor del Padre, la obediencia, muerte y resurrección del Hijo, y el nuevo nacimiento del Espíritu, y que hemos venido ahora por Su gracia, a darle a Dios algo que solo Él se merece y que solo podemos darle a través de Jesucristo, para que podamos ser lo que quiso que fuéramos, adoradores, (Juan 4:23) y disfrutar de lo que Él nos hizo disfrutar: el mayor, mejor y más profundo tesoro del mundo entero (el propio Dios trino y la comunión con Él).
Las iglesias locales existen para mostrar a las naciones la gloria de Dios. Esto lo hacemos fijando nuestros ojos en el evangelio de Jesucristo, confiando en Él para salvación, y amándonos unos a otros con la santidad, la unidad y el amor de Dios.