El odio entre Hamás y las tropas israelíes sigue en aumento después del ataque que ha recibido el Hospital cristiano protestante Al-Ahlí donde se han asesinado unas 600 personas, pero este odio también aumenta en sus respectivos partidarios. Es sorprendente cómo dichos partidarios, de unos y de otros, pueden tener una información tan exacta y precisa de conversaciones, qué tipo de misil, quién lo lanzó, etc., cuando ni la ONU tiene aún esos datos. Estamos demasiado sobreinformados y desinformados, donde cada quién hace uso de los avances de la tecnología para manipular y defender su versión de los hechos. Se usan imágenes que no se corresponden con el hecho, con diferentes fechas, se exhiben los cadáveres como instrumentos inanimados para justificar su odio y su causa, o influir en la opinión pública, y los medios sin escrúpulos se lucran con la desgracia humana.

Necesitamos una investigación objetiva y neutral de la Comunidad Internacional, y sea quien haya sido debe pagarlo. Esto es un crimen. De haber sido Hamás (que no lo dudo) solo sería uno más de sus muchos atentados terroristas, en el cual no sería la primera vez que usa a los suyos como escudos humanos con los fines que ya mencioné. De haber sido Israel (que tampoco lo dudo) sería un crimen de guerra, un ataque indiscriminado y un derecho a defensa que pasa la línea roja de la legalidad. Digo que no me extrañaría porque los israelitas no contemplan a los palestinos como “su projimo”, al que deben amar y respetar, más aún tratándose de civiles y de un centro sanitario. No olvidemos que el manual de conducta de los judíos sigue siendo la Tanaj (AT) y que para ellos los palestinos son los antiguos filisteos a los que hay que exterminar para volver a recuperar su tierra prometida.

Yo en particular no pongo la mano en el fuego por ninguno. Para ambos grupos, sean judíos o musulmanes, el resto del mundo no somos más que perros y cerdos inmundos con los que no se relacionan salvo por interés o necesidad.

Por un lado los sionistas y sus hermanos «cristianos» dispensacionalistas no dejan de citar el Salmo 83, exhalando odio y deseos de exterminio contra todo el que no sea judío. Por el otro lado los yihadistas islamistas más de lo mismo contra los israelíes y sus aliados. Yo no soy prosionista ni proyihadista. No uso banderas ni símbolos, ni de unos ni de otros, pues –haciendo uso de las palabras del apóstol Pablo– ¡lejos esté de mí gloriarme en cualquier otra causa que no sea la cruz de Cristo!

Soy cristiano y, sobre la base del mensaje del Mesías y la revelación neotestamentaria, solo quiero justicia para los criminales y paz para las personas de bien de ambos bandos.

Les cito el Salmo 83 con el que oran los sionistas:

1 Oh Dios, no permanezcas en silencio; no calles, oh Dios, ni te quedes quieto.
2 Porque, he aquí, tus enemigos rugen, y los que te aborrecen se han enaltecido.
3 Hacen planes astutos contra tu pueblo, y juntos conspiran contra tus protegidos.
4 Han dicho: Venid, y destruyámoslos como nación, para que ya no haya memoria del nombre de Israel.
5 Porque de corazón han conspirado a una; hacen pacto contra ti:
6 las tiendas de Edom y de los ismaelitas, Moab y los agarenos,
7 Gebal, Amón y Amalec, Filistea con los habitantes de Tiro;
8 Asiria también se ha unido a ellos; se han convertido en ayuda para los hijos de Lot. (Selah)
9 Trátalos como a Madián, como a Sísara, como a Jabín en el torrente Cisón,
10 que fueron destruidos en Endor, que quedaron como estiércol para la tierra.
11 Pon a sus nobles como a Oreb y Zeeb, y a todos sus príncipes como a Zeba y Zalmuna,
12 que dijeron: apoderémonos de los prados de Dios.
13 Oh Dios mío, ponlos como polvo en remolino; como paja ante el viento.
14 Como fuego que consume el bosque, y como llama que incendia las montañas,
15 así persíguelos con tu tempestad, y aterrorízalos con tu torbellino.
16 Cubre sus rostros de ignominia, para que busquen tu nombre, oh Señor.
17 Sean avergonzados y turbados para siempre; sean humillados y perezcan,
18 para que sepan que solo tú, que te llamas el Señor, eres el Altísimo sobre toda la tierra.

Este es el salmo que oran los judíos sionistas ¡Así son sus oraciones! En parte es normal, ya que rechazaron a Jesús como el Mesías y quedaron estancados en el Antiguo Pacto. Lo inaceptable es que los dispensacionalistas, que se hacen llamar “cristianos” oren de la misma manera.

Cualquier “cristiano” pro-sionista que ore de esa forma, se desvincula de Cristo por su exaltamiento idolátrico israelí, su causa, sus símbolos y su bandera. No es verdadero cristiano, o (en el mejor de los casos) es un cristiano indocto con necesidad urgente de conocer el mensaje de Jesús y la revelación neotestamentaria.

El dispensacionalismo NO ES CRISTIANISMO. Es una mezcla híbrida o una “via media” entre judaísmo y cristianismo, pero no cristianismo.

Pero hagamos una pausa al conflicto. Ahora toca lo que toca, para no olvidar con tanta facilidad ni anteponer el odio a la solidaridad, y es transmitir las condolencias a las familias de las víctimas del hospital palestino, mientras oramos por un freno de la escalada y la crispación social que ya se extiende por todo el mundo.

Pr. Juan Sanabria Cruz